El Chopito y el Cordero.

Cuentan que un buen día D. Serramón -jefe del departamento de despanchorice y goce de la depantrificación- le dijo a Efraín que el chopito no era el más amable de los seres y tampco la mejor de las raciones que podía ofertar en su taberna. Que así no iba a ser nadie en la vida, que lo que tenía que servir era Cordero. Luego eructó y se quedó tan ancho.

Efraín, dubitativo, animado por su inseguridad, e incluso con cierto interés por la novedad, hizo traer un rebaño de corderitos hasta la trasera de su bar y allí se dispuso a tratar con el pastor para que los fuera matando y preparando para la cocina, pues tanto Efraín como su mujer, Aniceta, no son muy de matar mamíferos.. que los chopitos les han "ablandao" el corazón...

Dispuesto el pastor como matarife, entregó los dos primeros corderos a Efraín quien siguiendo la receta ancestral del cordero a la brasa, se presentó en pizarra del bareto y al lado de "Chopitos 8,50 €", puso: "Cordero 11 €."

Una señora que estaba un poco piripi en una esquina de la barra del bar, le dijo:

- Ponme una de chopitos con cordero, Efraín.

Que sonriendo le dijo:

- Eeheheheueeh, lo uno o lo otro, no jodamos.

- Ah, perdón... hip!

Efraín sentenció:

- "Sin pagar de mi tienda ni Dios se lleva algo...porque si es "asín"...mi escopeta de caza ladra, muerden las balas, llamas de rabia, fuego y ceniza, y se acaba."

Queeee guaaapo!!, dijo D. Serramón.

Saludos chopiteros!